Un llamado a la Investigación-Acción para la Transformación: los tiempos lo demandan

Translation/Traducción: Dani Valderrama Cortés & Lake Sagaris.

Autores: Bradbury, H., Waddell, S., O’Brien, K, Apgar, M., Teehankee, B., & Fazey, I. (2019). A call to Ac-tion Research for Transformations: The times demand it. Action Research, 17(1), 3- 10. http://doi.org/10.1177/1476750319829633

“Todes hablan sobre el clima, nadie hace algo al respecto” – Mark Twain.

“En la investigación participativa puedes ayudar a las personas a ver sus propios problemas. No les dices, “Este es tu problema”, pero trabajas con elles de tal manera en que elles se vuelvan actives”
– Marja-Liisa Swantz. Creadora de la “Participatory Action Research.”

Nuestra hermosa Tierra se está volviendo inhóspita para nosotres ¿Cómo deberían les educadores, investigadores y creadores de conocimiento responder a esta amenaza existencial? Aceptando una verdad chocante: nuestros enfoque convencional hacia aprender, la educación y la investigación está activamente co-produciendo justamente lo contrario a lo que necesitamos en estos tiempos de insustentabilidad,

Inadecuadamente atadas a intenciones y éticas centradas en el ser humano, nuestras acciones co-lectivas incrementan las divisiones entre las personas y el planeta, acelerando la rapidez de la des-trucción ecológica. Algunes de les científiques líderes a nivel mundial comparten la creencia- junto con evidencia empírica- de que la humanidad está destinada a sucumbir ante el aumento de las temperaturas, el cambio de los patrones de lluvia, el aumento del nivel del mar y la acidificación de los océanos. El informe especial sobre Calentamiento Global del IPCC más reciente nos da 12 años antes de que nuestra realidad compartida se convierta en un catastrófico colapso medioam-biental. Aunque los impactos sociales y ambientales de los cambios medioambientales tendrán con-secuencias negativas en relación a la comida, la seguridad hídrica, la salud y el bienestar tanto del ser humano como de especies no-humanas, todavía hay una ventana de oportunidad para reducir estos riesgos y movilizarnos hacia un mundo más equitativo y sustentable.

Actualmente, evitar esas catástrofes requiere el cuestionarse la naturaleza misma de la forma en que se produce y usa el conocimiento. En la actual era de los Objetivos de Desarrollo Sustentable y la Agenda 2030, esto también es una oportunidad para generar cambios transformadores. En vez de posicionarnos como observadores objetives de un mundo inerte, debemos reconocer que las comu-nidades humanas son parte de un planeta vivo. Imagina si sólo 10% de los fondos en investigación que actualmente son entregados para describir objetivamente nuestros problemas fueran redirigidos a procesos de aprendizajes relacionales y colaborativos con experimentos que provocarán un aprendizaje futuro?

En este ensayo, nos guiaremos hacia un nuevo énfasis para la revista en apoyo a un mundo más sus-tentable, e introducimos un primer y especial número en relación a las transformaciones producidas por el cambio climático para ilustrar la ‘Investigación-Acción para la Transformación’. Tomamos esto como una oportunidad para apelar a nuestres compañeres investigadores a involucrarse críti-camente con la producción del conocimiento para la sustentabilidad por medio de más investiga-ciones-acciones para la transformación. Esencialmente, apelamos a que les creadores de conoci-miento dirijan más su atención y efecto a co-producir un mejor mundo para todes.

Creemos que un renovado entendimiento sobre la ‘investigación-acción’ es un buen paso adelante en particular. Adicionalmente, esperamos atraer creadores del conocimiento afines a este espíritu, en el sentido de que sus esfuerzos puedan ser complementados por la ‘acción-investigación’. Siendo así, empe-zamos así con un ejemplo que ilustra el poder y potencial de un enfoque de investigación al cual nos referimos como “Investigación-Acción para la Transformación’.

Un ejemplo ‘vivo’ de la investigación-acción para la transformación: ART en transformaciones a gran escala de la asistencia médica.

Svante Lifvergren, un doctor en medicina, conoció el enfoque de Investigación ART alrededor del 2000 y empezó a escuchar a sus pacientes de diferente forma. Como la mayoría de sistemas de sa-lud en naciones industrializadas hoy en día, sus pacientes sólo estaban familiarizades con un siste-ma basado en la clínica, diseñado alrededor de les médiques, siendo les pacientes pasives recepto-res de cuidado. Un día Lars, un paciente que sufría de una enfermedad crónica de pulmón, remar-có con exasperación:
“Aunque tenemos un hospital, une doctore local y une enfermere ¡Es tan difícil! Todavía tenemos que llamar a la ambulancia. Después esperamos hora tras hora en urgencia ¿Por qué no nos ayuda más lo antes posible? ¿Antes de que las cosas se pongan peor?”

Svante vío que esa significativa transformación del sistema, la que era lo suficientemente palpable como para ser sentida por Lars y todes les pacientes, requeriría la creación de nuevo conocimiento y un rediseño del enfoque en el que se veía la entrega de atención médica, en donde le paciente fuera ‘atractor’ central. Esto sería abrumador. Requeriría involucrar a todes les accionistas claves del complejo sistema de salud- pacientes, mediques, equipos de co-trabajadores del sistema de sa-lud, al igual que directores de las comunidades, los centros primarios de atención y los hospitales- todes tendrían que colaborar para traer el cambio y modificar las relaciones de poder.
Mientras las invitaciones a quienes estuviera dispuestes a involucrarse volaban y más accionistas se veían atraídes a la idea de rediseñar, las ‘plataformas de aprendizaje’ formales fueron convocadas. En estas, les accionistas podían compartir su experiencia, entenderse unes a otres y coordinar acciones en un projectos que, en conjunto, permitía un constante mejoras. Le lectore interesade pue-de leer más detalles en Lifvgren and Zandee (2017/2019 en Espanol).

Las plataformas de aprendizaje llevaron a tener equipos de atención mobiles que visitan a les pacientes a sus propios hogares. Sus indicadores esenciales de logro actualmente incluyen una reducción del 80% en visitas a urgencias; una reducción del 90% en visitas de oficina así como también una reducción en días de hospitalización en alrededor de un 90%. Estas reducciones pagaron las innovaciones. Lars, el paciente cuyo cues-tionamiento había instigado el proverbio del ‘efecto mariposa’, fue capaz de experimentar esta transformación antes de morir: “Entraba y salía del hospital por 3 años- era terrible. Pero ahora el equipo móvil viene a mi y me apoya en mi hogar- es un cuidado de lujo”.

¿Cómo podría verse ese proceso de aprendizaje tacleando el Cambio Climático? En vez de que los caminos dependientes de la elite- y expertes-hacia una transformación de una ciencia pobremente conectada-, el mercado- caminos basados en la política, cómo podría haber caminos ambientales y socialmente integrados para cautivas y empoderar a las personas ampliamente ¿Cómo podría haber plataformas de aprendizaje que conecten esfuerzos en una parte hacia el siguiente grupos de ac-cionistas?

La primacía de la praxis
Desde el comienzo de su desarrollo en los 1950s y privilegiando la primacía de la ‘praxis’, llamado así el aprendizaje experimental con reflexión en la acción dirigida hacia futuros deseados, la ‘ac-ción-investigación’ en sí se ha transformado para ser más consciente de la naturaleza relacional de la vida (Bradbury, 2015). Pertenece a una categoría de conocimiento que ha evolucionado desde la filosofía Pragmática de William James, la cual defiende que el conocimiento es valorado por sus consecuencias prácticas y no sólo por su poder explicativo. La ‘acción-investigación’ construye potencial para la acción transformativa debido a su inusual énfasis en la naturaleza relacional y emocional de sus aprendices y en la disposición de practicar el poder transformativo más mutua-mente.
Nosotres presentamos el potencial transformacional de la ‘acción-investigación’ con un lenguaje fresco inspirado por los papers seleccionados para este número especial sobre Acción-Investigación y Cambio Climático. En adición, esperamos atraer creadores de conocimientos de espíritus-afines y agentes de cambio cuyos esfuerzos puedan ser complementados por la ‘acción-investigación’. En resumen, llamamos a que les creadores de conocimientos dirijan mayor atención y esfuerzos a co-crear un mejor mundo. Creemos que un entendimiento renovado de la ‘acción-investigación’ pue-de hacer una contribución significativa.

La creación de conocimiento orientada a la acción es particularmente útil para abordar nuestras crisis de sustentabilidad (Fazey et al., 2018). Es útil porque permite combinar el conocimiento per-sonal, interpersonal e impersonal. Algo fundamental para tejer estas 3 fuentes de conocimiento jun-tas es la idea de que la ‘acción-investigación’ provee una metodología en donde el ‘abismo’ entre el conocimiento experto y la participación del accionista es superado. El aprendizaje colectivo puede ser dirigido a promover experimentos colaborativos para mejores formas de vivir. Las orien-taciones relacionales y de desarrollo de la ‘acción-investigación’ se complementan y, por lo tanto, superar el uso de orientaciones objetivas y desconectadas de la ciencia (la cual permanece siendo importante). Con una adopción más extendida, la ‘acción-investigación’ puede guiar el inagotable recurso que es la creatividad humana en todos sus niveles- del individuo a la sociedad- hacia el afrontamiento de nuestros problemas globales.
Es tiempo de actualizar nuestras nociones (y prácticas) en torno a la creación de conocimiento
La ciencia convencional se distingue por producir conocimiento factual, y dar una percepción in-terna, del mundo. Pero no está diseñada para conducir a acciones colaborativas del tipo que nece-sitamos urgentemente en la actualidad. Esto se debe a que la acción colaborativa tiende a ser una idea tardía de la creación de conocimiento convencional, giros radicales son necesarios para in-centivar la producción de formas más inclusivas de conocimiento, capaces también de respaldar acciones deseadas y un cambio general. Mientras otras formas de conocimiento más formalizadas y comunes continúan siendo valiosas, nosotres vemos la ‘acción-investigación’, una familia de formas de conocimientos contemporáneas orientadas a la acción, como un componente clave perdido que puede complementar la creación de conocimiento en escuelas, universidad y otras comunidades de enseñanza.
La investigación orientada a la acción puede, sin duda debería, ayudar a abordar efectivamente nuestra crisis de insustentabilidad al traer colaboración inteligente de forma directa a los procesos de creación del conocimiento. Esto lo hace no por medio de una comprensión ‘experta’ de nuestros problemas, sino ayudando a aquelles que están en riesgo debido a una situación a ver sus propios problemas más claramente para que tomen acción inteligentes con otres en respuesta a su aprendi-zaje compartido. La acción colaborativa puede responder a muchos aspectos de la insustentabili-dad. Supongamos que el corazón humano ya sabe qué es lo que debe abordar; siendo el cambio climático la ejemplificación de este número de la revista, la contaminación de todo tipo, la masiva extinción de nuestras especies compañeras o la crueldad hacia las que son domesticadas. Lo que se necesita es ayuda- lo que les educadores llaman técnicamente ‘andamiaje’ o ‘scaffolding’- para desarrollar la capacidad de les aprendices para conectar la experiencia con un sentido creador, y la reflexión con la acción.
La debilidad del actual paradigma ‘experto’ y la fortaleza de la acción-investigación
Un primer desafío es entender los límites de la creación estándar o ‘por defecto’ del conocimiento con el propósito de desaprenderlo. La mayor parte de los modelos formales de la producción de conocimiento, tales como las disciplinas de las ciencias sociales y naturales, privilegian la observa-ción individual y la creación de sentido en relación al ‘medible’ mundo externo, creyendo que es posible ser independiente de lo que se observa. En otros modos de producción de conocimiento más formales, tales como los que se encuentran en la academia, hay poca atención al contexto social y emocional que inevitablemente determinará la interpretación de conocimiento de una persona y, en consecuencia, cómo lo usarán para tomar acción. Adicionalmente, hay poco espacio para ex-presar- o valorar- la experiencia de une misme fuera de un estrecho rango de hechos ‘objetivos’ que describen el mundo. Una preocupación exagerada con evitar el solipsismo ha hecho desapa-recer nuestra habilidad de involucrarnos en un delicato empirismo que puede enriquecer nuestro entendimiento de lo universal a través de lo personal y, por ende, nuestra habilidad para despla-zarnos a acciones inteligentes en conjunto.
Mientras una parte de la producción del conocimiento formal es fenomenalmente poderosa para entregar un entendimiento más y más detallado sobre el mundo social y natural, su falta de recono-cimiento del rol de la cognición, percepción y emoción humana en este proceso reduce una visión compartida a una estrecha imagen de la realidad. Además, este enfoque limita la capacidad de aprender cómo usar el conocimiento para actuar de una manera propicia para abordar las enormes y existenciales amenazas a las que nos enfrentamos. El reconocer que la manera en sí en que nos involucramos y entendemos el mundo- cómo sabemos sobre este- es, por lo tanto, un requerimiento para expandir nuestro repertorio de aprendizaje y para promulgar sobre el futuro. El reconocimien-to no es suficiente. El practicar con un modo distinto de creación de conocimiento es necesario ahora. Un enfoque orientado a las acciones que llevan a transformaciones, si es que se practica más ampliamente, puede representar un salto tan grande como el de la Ilustración en cuanto a in-centivar a les individues a saber qué es cierto para elles; podríamos decir que es un salto en apren-der similar al que nuestres ancestres tomaron cuando se irguieron, dejando todo lo que conocía en la savana africana, simplemente para sobrevivir.
Somos, de forma irreprimible, personificada, criaturas emocionales y relacionales. Afortunadamen-te nuestros (en parte) cerebros racionales están conectados a la bio-retroalimentación más avanza-da y compleja de este planeta: nuestro cerebro emocional, nuestro cuerpo y nuestros corazones. Podríamos girar entonces a reimaginar la creación de conocimiento como si nuestras vidas depen-dieran de ello. Tenemos que realizar esto juntes, a través de todo el sistema de creación de cono-cimiento y emprender experimentos para la transformación.

La ‘acción- investigación’ es pragmática y oportunamente responde a la insustentabilidad.

La ‘acción-investigación’ se construye en base a una acción transformativa debido al inusual énfa-sis en la naturaleza relacional y emocional de sus aprendices.
Nuestro trabajo empieza al reconocer que la creación de conocimiento recibe su propósito a partir de una experiencia concreta. En la figura 1. tres de los componentes entregan lo esencial que ayu-da a transformar la experiencia en aprendizaje para futuros deseados. Se comienza teniendo un espacio relacional en donde las personas compartan sus experiencias; en ellos, les accionistas pue-den entonces descubrir juntes conceptos relevantes/útiles en un ‘espacio conceptual’ que hace po-sible tomar acciones inteligentes en la experimentación de espacio juntes. Ser conscientes de in-crementar las dimensiones de la experiencia- la complejidad de la red del exterior junto con las intenciones y emociones internas- son clave en el aprendizaje. Por lo tanto, la ‘acción-investigación’ trae dinamismo a la tarea de crear conocimiento because hace que trabajemos con la dialéctica o el movimiento de un lado a otro entre (1) agentes del cambio individuales y las ne-cesidades de la comunidad (2) la experiencia personal y los conceptos (3) experimentos y la refle-xión, y (4) mundo externo con el mundo interno de las emociones e intenciones de les aprendices. Este “junto/y” aprendizaje dialéctico da paso al crecimiento del desarrollo que está envuelto dentro de la dinámica. Nos invita a ir más allá de la mente autónoma de le experte basada en un pensa-miento de ‘sí o no’ (lo que los actuales sistemas escolares están diseñados para producir), esto para redefinir, trascender a la producción colaborativa (sí y) de un mundo digno de nuestras aspiracio-nes.
La ‘Acción-Investigación’ puede considerarse un particularmente poderoso enfoque hacia la crea-ción de conocimiento en estos tiempos debido a que sus procesos y prácticas ayudan a que les ac-cionistas aprendan mientras lidian con los desafíos que les interesan e importan. Como aprendices completes, hay espacio (con docenas de prácticas participativas que ayudan) para trabajar hacia la acción deseada que da lugar para los procesos relacionales, racionales y emocionales necesarios.

La ‘Acción-Investigación’ puede generar la capacidad de cambiar las fuerzas estructurales que es-tán matando a nuestro planeta y, por lo tanto, a nosotres.

Los ‘acción-investigadores’ pueden luchar transformativamente contra el problema del poder, el cual es el que permite la mantención del actual sistema insustentable. Esto significa practicar cons-cientemente con un poder mútuo y transformador. Ese es el poder más allá del inculto interés pro-pio, más allá del tribalismo. Es un poder que apoya la intención de co-crear un mundo más bello. Significa involucrar a accionistas claves en conectar nuestro desarrollo personal e interpersonal para darnos cuenta de nuestras intenciones. El trabajo personal es realmente un ‘trabajo personal desarrollador’, ese es el requerimiento para incrementar nuestra consciencia subjetiva, liberándo-nos de los lugares atrapados en las ‘sombras’ que nos hacen ciegues a las relaciones de poder entre las que estamos al medio, las cuales podemos incitar o ser derrotades por ellas. Es muy común el hecho de que no notamos los regímenes del poder ya erigidos, aun si estos degradan nuestros es-fuerzos colectivos. Como investigadores de la acción, este tipo de práctica personal e interpersonal se convierte en un espacio de transformación que incluye constantes experiencias en procesos, ya sean grandes o pequeños, para reemplazar las estructura que impiden nuestros mejores rasgos naturales.
Una orientación a la acción en la creación de conocimiento, por ende, tiene implicaciones enor-mes para el modo en que la educación debiera estar estructurada y en el cómo las comunidades aprender juntas, ya sea sobre cambio climático o dentro de las universidades u hospitales. Esta con-tinua el llamado Ilustrado de Kant a ‘sapere aude’ (‘atreverse a conocer’) y señala una reconección entre las humanidades y las ciencias naturales en una travesía que rearmar el desarrollo interno y el desarrollo de la comunidad.


Un llamado a la acción: Más, y conectada, ‘acción investigación para las transformaciones’

Nuestros actuales tiempos de insustentabilidad requieren la acción-investigación para transforma-ciones debido a 2 razones básicas. La primera es que las transformaciones son fundamentalmente en torno a la experimentación, el aprendizaje, y hacer cosas nunca antes hechas. Lo anterior re-quiere una constante atención y reflexión en lo que se hace/hizo, en lo que se descubre como su-posiciones irreconocibles, las cuales pueden impedir que lo nuevo emerja y haga ajustes junto a la manera en que se integra para manejar estas suposiciones. La segunda razón es que el trabajo transformacional requiere íntimo compromiso y consciencia de une misme, lo cual trae a toda la persona al proyecto; no es sólo sobre cambiar algo ‘allá afuera’, sino que también es sobre cam-biarnos a nosotres mismes, nuestros modelos mentales y nuestra relación con el exterior y el inte-rior.
Ahora, hacemos un llamado a la acción a nuestres colegues con un manifiesto relacional, esto con el propósito de incentivar la expansiva adopción de la ‘Acción Investigación para la Transfor-mación’. Nuestras inclinaciones naturales sobre el aprendizaje lo desean. Los tiempos lo deman-dan. Uneté a nosotres en darte cuenta que:

1. Nuestro propósito en la creación de conocimiento es mantener nuestra colectiva prosperi-dad en este planeta.
2. Nuestra creación de conocimiento incluye y trasciende el empirismo racionalista, recono-cimiento nuestres ‘yo’ enteres como seres relacionales.
3. Nuestra creación de conocimiento empieza ‘aquí’, con las experiencia sentidas por les ac-cionistas y la voluntad de taclear el poder unilateral en el desarrollo hacia un poder mútuo y transformador.
4. Nuestra ART continúa trabajando participativamente con accionistas al incluir múltiples maneras de saber-para-la-acción.
5. El conocimiento interpersonal/relacional e impersonal es integrado a nuestra generación de conocimiento. De esta manera, sus participantes crecen y son empoderades para lograr un cambio social que forje el mundo social ideal para sus aspiraciones.

En síntesis, les investigadores de ‘acción-investigación’ son llamades a contribuir a conversaciones en torno al cambio de las formas de conocer, invitándonos a desarrollar plataformas de aprendizaje compartido junto con personas con interés en transformar fuerzas estructurales que inhiben la pros-peridad. Al recoger múltiples formas de conocer y declarar la verdad en nuestros trabajos, debemos unir nuestros esfuerzos para hacer un compromiso de cuestionar en beneficio de hacer una dife-rencia positiva. Dejémonos determinar nuevos límites sobre cuál conocimiento importa, cuál meto-dología cuenta, y cómo estas preguntas son la raíz de nuestra potencial prosperidad para sobrevivir como como una especie que aprende. Tengamos la suficiente valentía para involucrarnos con las dinámicas de poder que nos mantienen en este camino insustentable. Dejémonos practicar el poder mutuo para transformar en pos de un mundo más bello para todes.

Declaración de conflictos de interés
Le/s autor/es declaran no tener potenciales conflictos de interés en relación con la investigación, autoría y/o publicación de este artículo.

Fondos
Le/s autor/es no recibieron ningún apoyo financiero por la investigación, autoría y/o publicación de este artículo.

Referencias

Bradbury, H. (Ed.). (2015). The handbook of action research (3rd ed.).Thousand Oaks, CA: SAGE. Google Scholar | Crossref

Fazey, I., Schäpke, N., Caniglia, G., Patterson, J., Hultman, J., van Mierlo, B., Wyborn, C. (2018). Ten essentials for action-oriented and second order energy transitions, transformations and climate change research. Journal of Energy Research and Social Science, 40, 54–70. Google Scholar

Lifvergren, S., Zandee, D. (2017/2019 Spanish Translation). In healthcare transformation: Action research linking local practices to national scale. In Cooking with action research: Stories and resources for self and community transformation. ActionResearchPlus.com. Hilary Bradbury and AR+ Associates. ActionResearch-Plus Foundation.